lunes, 14 de marzo de 2016

¿Y si reciclamos los cuadernos escolares a medio terminar?


Esa fue precisamente la pregunta que me hice en el término del año escolar 2015 y constatar la cantidad de cuadernos con poquísima materia que dio de baja la mayor de mis nietas.

"Un pecado", me dije, y manos a la obra, comencé a sacar los espirales con mucha paciencia para recuperar gran cantidad de hojas sin uso que, de tantas no dejaron de asombrarme.

Una vez reunida una buena cantidad, procedí a rearmar un "cuadernote" que, gracias a un trozo de espiral grueso (también reciclado) que tenía guardado, quedó impecable.



Lo segundo fue pensar en cómo decoraría sus tapas. me decidí por usar papel picado, técnica que he usado en distintas obras de reciclaje: libros de cartón, macetas de botellas plásticas, en fin. Hay que destacar en ello el efecto terapéutico-relajador que tiene recubrir cada superficie con estos trozos de papel periódico y contemplar  el equilibrio de colores que se conforma con cada pegatina.


Una vez bien secas las varias capas que apliqué, vino el tercer paso: el diseño final de portada. Esta vez quise usar un dibujo. Una de las muchas mujeres que he creado sobre distintas superficies de cartón. La fotografía ilustra el resultado final. ¿Qué les parece? Lo que es a mí, ¡me fascinó hacerlo!

3 comentarios:

  1. Buenísima idea. Este año la pondré en práctica.Pienso que se podrian hacer recolectando los de varios cursos y luego llevarlos a escuelas que lo necesiten. Gracias.

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    1. Gracias a ti por tu visita y atención. Que te queden hermosos tus proyectos!

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